Llorando en Bucarest

En mi opinión, la incógnita que ha envuelto esta temporada al equipo ha quedado resuelta . Este Athletic de juventud, frescura y con desparpajo para enfrentar ciertas citas ha demostrado que era capaz de vencer a cualquier rival...pero ¿que sucedería sí la cita es con la historia ? ¿Si jugamos algo más que una clasificación, que un partido? Toda esa frescura y juventud el miércoles en Bucarest se tradujo en ansiedad e imprecisión y un Athletic impotente vio como se le imponía un Atlético de Madrid con nombres propios más puestos en estos envites. Ahora sólo queda levantarse he intentar consolidar este proyecto dentro de la línea de trabajo que nos ha hecho vibrar esta temporada haciéndonos partícipes de otra final europea. El ver un equipo roto entre lágrimas y desconsuelo para mí es signo de un grupo implicado y con una idea muy clara del trabajo que les ha llevado hasta ahí. Ánimo a toda la afición y pensemos que todavía tenemos otra cita con la historia el próximo 25 de mayo y heridas como las de esta final en Bucarest, sirven para cicatrizar y hacerse más fuertes y maduros. Lo que ponderamos ayer, no puede ser malo hoy.