Quo Vadis Athletic?

He de confesar que he dejado de entender nada de lo que sucede alrededor del club. En dos semanas parece que el mundo ha cambiado.

Si recuerdan, hace dos semanas escribía un artículo de opinión en el que señalaba que se tenían que tomar medidas de manera rápida y efectiva.

Si me conocen sabrán que llevo dos años pidiendo un segundo medio centro para el equipo ya que, en mi modesta opinión, somos incapaces de sacar el balón jugado sin dos apoyos y, por otro lado, nuestros defensas no están capacitados para luchar ellos solos contra ases mundiales abarcando espacios que son difícilmente ocupables por una sola persona. Para ello o eres un portento de la colocación, un crack físico, o ambos (en cuyo caso te vas a Alemania porque acabas harto de trabajar tanto). Si a estos le unes una idea tan peculiar como la defensa al hombre, el resultado puede ser cuando menos complejo.

Por ello, cuando vi que contra el Sevilla Ander Herrera ocupaba una posición muy cercana a la de segundo medio centro casi lloro de la ilusión. Pensé que algo había cambiado y que podía ser un punto de inflexión importante.

Tocaba visita a Madrid, con bajas, y se presumía un partido complicado. El planteamiento parecía ser el acertado. Oí que jugaban Gurpegui e Iturraspe en el medio y pensé que íbamos a seguir apostando por el resguardarnos con dos medios. He de confesar que me alegré muchísimo.

Sin embargo las cosas no salieron. Mourinho nos estudió tan bien que nos rompió con tres pases largos y cometimos unos errores difícilmente asumibles en un jugador de primera división.

Demostramos, otra vez, que este equipo no sabe jugar a defenderse. Esto se debe más que nada porque además de defender mal (creo que a causa de lo expuesto más arriba) defendemos con pocos. Así dicho puede sonar a broma, pero todos los entrenadores, por muchos éxitos conseguidos y mucho prestigio adquirido han coincidido en que dotar de gente la zona defensiva suele ser una solución habitual ante estos desaguisados. Lo que viene a ser “no somos machos, pero somos muchos”.

El problema es que cuando ese dicho lo aplicas al revés, te suelen coger a la contra, pero eso es otro post...

Eso sí, lejos de hacer autocrítica e irnos tratando de aprender de los errores, los dirigentes del club representado por Urrutia, deciden entrar en acción a cortar por lo sano cualquier atisbo de duda en el proyecto.

¿Qué mejor solución para salir de una crisis deportiva que poner a los pies de los caballos al blanco fácil? ¿A quien le importa el partido de Israel si Llorente aplaude a la grada? ¿Para qué preocuparse del crucial partido contra el Depor cuando podemos hacer leña de las entrevistas de nuestro delantero diciendo que no sale en rueda de prensa?

Por si no lo saben perdimos 5 a 1 y lo que preocupante es que en dos semanas jugamos contra el Barça… ¿qué nos tendrán preparado? Realmente, no sorprende perder en Madrid, de hecho entra dentro de casi todas las quinielas y quizás con cualquier otro planteamiento el resultado habría sido el mismo o peor.

Sin embargo, lejos de protestar por el claro penalti de Coentrao o pensar en que esto hay que sacarlo adelante, la imagen transmitida es muy preocupante. No deportiva, que cada uno tendrá su opinión, sino institucional.

Creo que este club ha perdido el rumbo. Alguien lo está haciendo muy mal y las consecuencias pueden ser nefastas a medio plazo. Hay cosas complicadas de entender, muchas a mi modo de ver.

Yo hago una primera y simple pregunta… Si (artificialmente o no) hemos creado una batalla entre Llorente y Bielsa en la que la afición se ha posicionado dividiéndose y todo parece indicar que el año que viene parece que los dos desaparecerán de nuestras vidas…¿Qué hemos conseguido POSITIVO para el Club? ¿Qué se buscaba con esto?

Es el momento de estar todos juntos pero parece que eso se ha olvidado ¿Qué beneficio obtenemos enfrentado a una parte de la afición con otra? Por el bien del Athletic, toca remar todos y, como decía hace dos semanas, tomar decisiones, no esperar a que las cosas fluyen… porque fluir fluyen los ríos, no los clubes de fútbol y mucho menos las empresas.

Y mal que nos pese, en eso se ha convertido nuestro Athletic, en una empresa. Una vez aceptado esto, que quizá es una de las cosas más difíciles de digerir, es cosa de todos decidir si será una más o, como ha sido siempre, una empresa especial. Por eso cuestiono ¿Hacia dónde vas Athletic?