Bielsa quiere más..

Algo inquietaba a Marcelo Bielsa ayer en Lezama. Sus paseos por el césped parecían más largos y reflexivos de lo habitual, cambió de campo en tres ocasiones y se mostró más comunicativo de lo habitual al aire libre con los jugadores del Athletic. Quizás porque no veía claro el equipo que presentará hoy en La Romareda para enfrentarse al Zaragoza en la jornada 36 de la Liga BBVA. La proximidad de dos semanas consecutivas con compromisos el miércoles -en lugar del jueves, que ya se había convertido en un hábito- reduce el tiempo de recuperación y provoca la necesidad de comprobar el estado de sus futbolistas hasta el último día. Lo que permanece inmutable en el rosarino es la apuesta por la continuidad en su bloque principal, por evitar la pausa en un calendario tan concurrida y por la lucha por hacer del triunfo algo intransferible. «No hay encuentros que no tengan trascendencia», aseguró Bielsa, que no dio pistas sobre el equipo que alineará esta tarde, en la lucha por mantener viva la llama de la Champions. «Todavía no lo definí, voy a esperar a mañana -por hoy- para ver el estado físico de los jugadores, porque ésta es una secuencia de dos días entre partido y partido, muy ajustada y con choques muy importantes, lo que obliga a ser muy cuidadoso», explicó el argentino, que se niega a renunciar a cualquier objetivo que aún sea posible. «De ninguna manera ese tipo de posibilidades puede descuidarse. Ha costado muchísimo y no hay motivo para no proteger nuestras opciones», respondió el entrenador del Athletic sobre la posibilidad de que su conjunto se clasifique para la máxima competición continental. Aurtenetxe, sancionado El siguiente obstáculo será un Zaragoza con el agua al cuello, que apura sus opciones por mantener la categoría, pero con una fe renacida por sus últimos resultados. Bielsa considera el rendimiento de los maños «proporcional a la cercanía de los objetivos. Cuando son posibles, los equipos multiplican sus recursos o disponen de la totalidad de sus facultades», por lo que no será un partido «accesible, sino todo lo contrario». Por eso el rosarino quiere alinear a los que más en forma estén, que hayan demostrado un buen nivel y que estén en un estado físico óptimo. La baja de Aurtenetxe por sanción provoca un cambio obligado, que podría desplazar a De Marcos al lateral izquierdo e introducir a Íñigo Pérez, o situar al centrocampista navarro en el costado izquierdo de la zaga. Bielsa no es ajeno a la felicidad que rodea Bizkaia por la clasificación de los rojiblancos para dos finales y por una eventual presencia en la próxima edición de la Champions. «El sentimiento de los habitantes de este suelo tiene múltiples manifestaciones, todas muy sentidas, muy profundas. Y por supuesto que observar que muchos disfrutan es uno de los mejores paisajes que generan los seres humanos», se felicitó, aunque aún espera que «lo que viene es mucho más importante que lo que acaba de suceder».