Osasuna explotó sus acciones de estratégica y con una grada "especialmente" motivada contra el Athletic, hizo que el equipo no estuviese cómodo en la mayoría de las fases del partido.
El Athletic solo dio sensación de poder decir algo en el encuentro a partir de la salida de F. Llorente al terreno de juego marcando el bacalao rojiblanco del partido. En los minutos del descuento Muniain tuvo en sus botas el empate, desbaratado por un paradón in extremis del portero rojillo. Sigue dando la sensación de que el equipo nota muchísimo ciertas ausencias, con carencias en la temporización defensiva para no favorecer continuas opciones a balón parado, menor criterio en la realización para buscar profundidad y escaso bagaje rematador. Semana que pasamos fuera de plazas europeas y sensación de que un equipo inferior te vence por "oficio" y "otras artes". Una pena el lamentable comportamiento de los aficionados navarros más propio de clubes pequeños y de escasa identidad. No obstante, en mi opinión, Osasuna no debería ser un rival directo en la lucha por Europa.
Cuando Urrutia le dijo al presidente de Osasuna que qué bien se habían portado los recogepelotas, éste le contestó que podía ficharlos para la cantera, que todavía eran cadetes... Je Je, qué cabrón!
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